martes, 30 de abril de 2013

Jaulas Decoradas ( estilo retro o vintage)

Hace algún tiempo que he visto como tendencia el uso de las jaulas decoradas, me gustan mucho, sobre todo porque esta moda aleja más la idea de tener pajarillos encerrados y nos permite utilizar dichas jaulas para otros fines.
 En cuanto al estilo: son retro aquellos artículos  fabricados de modo que imiten épocas pasadas; son vintage los que pertenecen a otra época pero no lo suficiente como para ser considerados una antigüedad,  en ambos casos están acompañados de elementos modernos y en conjunto hacen resaltar un estilo romántico y particular.

Se cree que las jaulas de pájaros han existido desde los tiempos de Alejandro Magno, no hay fecha exacta de cuando se originaron. Las primeras jaulas de pájaros encontradas datan del siglo XVII. Las jaulas de pájaros antiguas se han encontrado hechas de mimbre, madera tallada, bambú y metal. Las jaulas de alambre abiertas fueron un diseño popular en el siglo XVIII.

No podemos obviar el desarrollo en ese tiempo del estilo Rococó que era un estilo independiente que surgió como reacción al barroco clásico impuesto por la corte de Luis XIV. El rococó a diferencia del barroco, se caracteriza por la opulencia, la elegancia y por el empleo de colores vivos, que contrastan con el pesimismo y la oscuridad del barroco. Es un estilo aristocrático, revela el gusto por lo elegante, lo refinado, lo íntimo y lo delicado. Armoniza con la vida despreocupada y agradable que la sociedad ansía y se desentiende de cuestiones religiosas. Es un arte mundano, sin conexión con la religión, que trata temas de la vida diaria, no simboliza nada social ni espiritual, sólo superficialidad. Por todo esto se considera al Rococó un arte frívolo, exclusivo de la aristocracia.
Se difundió rápidamente por otros países europeos, sobre todo en Alemania y Austria y se seguió desarrollando hasta la llegada del Neoclasicismo.

En los siglos XVII y XVIII, los franceses fueron marcando tendencia en el diseño de hogar y de jardines. Los jardines franceses fueron bien controlados y el sonido de los pájaros cantores era un elemento importante.  Las jaulas de pájaros se volvieron más vistosas en su diseño, elevaron su popularidad. En la moda, la ropa de las mujeres comenzó a adquirir los diseños más extravagantes. Los sombreros altos con elaboradas plumas centrales, arcos y guirnaldas adornaban sus cabezas; los  decorados  armados en un gran peinado se hicieron populares. Eran a menudo representaciones de jardines  e incluían jaulas de pájaros de alambre en miniatura adornadas con enredaderas y flores. Algunas mujeres  incluso completaban la imagen con aves vivas dentro de estas jaulas accesorios.




Esta jaula perteneció a Carlos IV y se encuentra en el Palacio Real de Madrid, España.








Ahora les dejo algunas fotos de jaulas decoradas y sus usos actuales.

  • Jaulas decoradas  con velas.










  • Jaulas decoradas con flores                                                                 











3. Jaulas decoradas en la habitación.

             

                 
centro de mesa con flores

Esta jaula está como centro de mesa . ( Decoratrix)





Finalmente les dejo esta jaula que tenía años botada en la bodega y que yo decoré hace un par de días. La pinté y le agregué un par de velas aromatizadas.















sábado, 13 de abril de 2013

Monotipia III ( Abstracción Lírica)

La Abstracción lírica es una tendencia dentro de la pintura abstracta que se desarrolló a partir de 1910. El tema que desarrollan los pintores de la abstracción lírica, es la expresión de la emoción pictórica del artista, individual e inmediata. Rechazan representar la realidad de forma objetiva. La técnica preferida de estos pintores fue la acuarela, pintando igualmente bocetos y apuntes pequeños. No obstante, también elaboraron grandes telas al óleo. Predomina el color sobre la forma.
Se considera que el creador de la abstracción lírica fue Wassily Kandinski (1866-1944), con obras como Impresión n.º 5 (1911, Centro Pompidou), Arco negro (1912, Centro Pompidou),Composición VIII (1923, Museo GuggenheimNueva York), Composición inestable (1930, colección Maeght), Conglomerado (1943, Colección Nina Kandinsky). Otro autor al que se enmarca habitualmente dentro de la abstracción lírica es Paul Klee (1879-1940); de sus obras cabe citar: Senecio (1922, Museo de Arte, Basilea), Castillo y sol, 3 (1928) o Port et voiliers (Puerto y veleros, 1937, Centro Pompidou).
En Francia, Robert Delaunay elaboró, desde 1912, a partir de las teorías de Chevreul sobre el contraste simultáneo de los colores, sus Ventanas y sus primeras Formas circulares cósmicas abstractas. Uno de los precursores de esta tendencia fue Frank Kupka (1871-1957), pudiendo citarse su obra Las teclas del piano (1909, Galería Nacional de Praga); expuso en el Salón de Otoño de 1912 Amorfa, fuga de dos colores y en 1913 Planos verticales azules y rojos.
En la misma época, en Rusia, Mijaíl Larionov y Natalia Goncharova llevaron hasta la abstracción pura su método de transcripción del fenómeno luminoso, al que denominaron rayonismo.
Posteriormente, cultivaron la abstracción lírica una serie de artistas parisinos después de la Segunda guerra mundial, en oposición a la abstracción geométrica. ( Wikipedia)

Les dejo las composiciones que realicé hoy en el taller.



1/1 Monotipia " Los Pares" Salamanca 2013

1/1 Monotipia " Remembranzas" Salamanca 2013

1/1 Monotipia "Equilibrio" Salamanca 2013

1/1  Monotipia " Con una silueta basta" Salamanca 2013

1/1 Monotipia " Emociones" Salmanca 2013.


Monotipia II


Esta es una continuación de los trabajos que he ido realizando. La Monotipia es una técnica de imperesión, con la principal característica que es una obra única, a diferencia de otras técnicas de grabado.

1/1 Monotipia " De los mares cálidos" Salamanca  2013

1/1 Monotipia " Mar de Primavera" Salamanca 2013 

1/1 Monotipia " Cuando el sol calienta" Salamanca  2013

1/1 Monotipia " Nocturno" Salamanca 2013

1/1 Monotipia " Amaneceres" Salamanca 2013





domingo, 7 de abril de 2013

Explique la obra


Me ha llamado la atención que siempre que se realiza una obra te piden que la expliques; y entre más confusa y retorcida es la explicación más aceptación tiene. A todos los elementos que forman parte de tu trabajo le buscan y rebuscan un simbolismo que a veces no existe; que si el rojo significa esto, o que si esa figura, que ante los ojos del pintor no evoca más que una belleza conceptual y su estado anímico, significa aquello;  le buscan los mensajes subliminales que mejor les convenga; y si el artista se volvió famoso y se murió retozan de gusto inventando lo que se les ocurre, después de todo no podrá desmentirlos.
¿En qué momento dejamos de disfrutar el arte, para convertirlo en una mercancía que ni siquiera nos gusta? Hemos pretendido transformarlo en un lenguaje de simbolismos, en un producto del análisis científico y tecnológico;  nos empeñamos en enseñarle a la gente que lo que está fuera de estos parámetros es vano. Los grandes análisis siguen siendo para las élites y para la gente común sólo ha aumentado la brecha, quedado un confuso sinsabor, ya no tienen idea ni de lo que es arte.
Hemos perdido la capacidad de disfrutar una obra por lo que como espectador nos produce. Qué importa lo que quiso decir el artista, lo que importa es el significado que tiene para uno mismo: ya sea la pintura,  la fotografía o la escultura que se pretenda adquirir, los sentimientos que provoca. Cuando entras a tu casa ¿qué sensación te produce esa obra de arte en el recibidor, o cuando te levantas y abres los ojos y ves el cuadro que está cerca de tu cama, que es lo que sientes; te hace pensar en lo bello y positivo que puede ser tu día, te recuerda la deuda social que tienes con el mundo, tiene los colores que te cargan de energía para continuar con tu existencia, o si eres masoquista y disfrutas la tristeza, te hace por lo menos sentir más miserable cada vez que la ves; cuenta con la aprobación y con los sentimientos que quieres que  provoque?

Me gusta leer las entrevistas que les hacen a los artistas, porque dejan claro lo emocional que suelen ser los trabajos, no todos tienen un propósito o un mensaje, por lo menos no concientemente.
Haciendo estas reflexiones, les dejo un fragmento de una entrevista realizada a Picasso, cuando la leí me pareció muy interesante.

Entrevista a Pablo Picasso
por Jerome Seckler
publicada en el "New Masses" el 13 de Marzo de 1945

El entrevistador comenzó hablándole de la pintura  "EL MARINO", que había tenido ocasión de admirar en el Salón Liberación. Le dijo que creía que se trataba de un autorretrato -el traje, la red, la mariposa roja, mostraban a Picasso como una persona en busca de una solución para su época, intentando hallar un mundo mejor- y que el uniforme de marinero indicaba su participación activa en el esfuerzo. Picasso le  escuchó con atención y finalmente respondió:

-Sí, soy yo, pero no pretendía darle ningún significado político.

Le preguntó por qué se había retratado vestido de marinero.

-Porque siempre llevo una camiseta de marinero. ¿Lo ve? -fue su respuesta.

Se desabrochó la camisa y tiró de su ropa interior. ¡Era blanca con rayas azules!.

-¿Y la mariposa roja? -insistió.¿El color no tiene una intención deliberadamente política?

-No en especial -replicó-. ¡Si es así, será cosa de mi subconsciente!

-Pero tiene que tener un significado concreto -porfió-, lo admita o no. Lo que hay en su subconsciente es resultado de su pensamiento consciente. No es posible escapar de la realidad.

Me observó un instante antes de responder:

-Sí, es posible y normal.

Luego le  preguntó si tenía su consentimiento para escribir un artículo sobre él.

-Sí -contestó-. ¿Para qué publicación?.

Le explicó que era para New Masses. Sonrió y dijo: -Lo conozco. Lanzó una mirada hacia la puerta abierta. Había varias personas esperándole -Subamos un momento al estudio- dijo.

Ascendieron por una escalera hasta el estudio principal, donde en realidad desarrollaba su trabajo. La habitación estaba limpia y ordenada. No tenía la apariencia polvorienta y caótica del cuarto de abajo.
Le comentó que en Nueva York se había discutido su obra con frecuencia, especialmente el Guernica (cedido en préstamo al Museo de Arte Moderno de Nueva York). Le habló de lo que representaban el toro, el caballo, las manos con las antorchas, etcétera, así como el origen de los símbolos en la mitología española. Mientras el entrevistador se explayaba, él asentía con la cabeza.

-Sí, el toro ahí representa la brutalidad; el caballo, al pueblo -confirmó-. En esos casos he recurrido al simbolismo, pero no en los otros.

También le explicó de su interpretación de dos de los cuadros de la última exposición. En uno de ellos había un toro, una luz, una paleta y un libro. El toro, opinaba, no podía ser otra cosa que la imagen del fascismo; la luz, con su resplandor, la paleta y el libro eran reflejo de las cosas por las que luchábamos, la cultura y la libertad. La obra mostraba el feroz enfrentamiento que tenía lugar entre ambos.

-No -respondió Picasso-. El toro no es el fascismo, aunque sí la brutalidad y la oscuridad.

Apuntó que su trabajo parecía avanzar hacia un simbolismo transformado, quizá más simple, de más clara comprensión, en su lenguaje propio y personal.

-Mi trabajo no es simbólico - respondió-. Sólo el Guernica lo es, pero en ese caso se trata de una alegoría. Por eso recurrí al caballo, al toro y demás. Esa obra busca la expresión y la solución de un problema, y ése es el motivo de que emplease el simbolismo. Algunos definen como "surrealista" mi pintura de un determinado periodo -continuó-. Yo no soy surrealista. Nunca he estado fuera de la realidad. Siempre he vivido en su esencia (literalmente, en lo "real de la realidad"). Si alguien desease expresar la guerra tal vez lo más elegante y literario fuera dibujar un arco y una flecha, porque es una imagen estéticamente atractiva. ¡Yo, en cambio, si quisiera representar la guerra emplearía una ametralladora! Ahora es el momento, en este periodo de cambios y revolución, de pintar de manera revolucionaria y no como antes.

Había un cuadro con un desnudo y un músico que había estado colgado en el Salón de Octubre. Se encontraba apoyado contra la pared. Era un lienzo grande y torcido, de alrededor de 1,5 por 2 metros.

- Ése, por ejemplo -apuntó-. No sé qué quiere decir en absoluto.

- No es más que un desnudo y un músico -replicó-. Lo pinté para mí. Cuando uno contempla un desnudo hecho por otra persona, observa que reproduce las formas de un modo tradicional, y para la gente eso representa un desnudo. Pero yo lo expreso de manera revolucionaria. En ese cuadro no hay ningún significado abstracto. Es simplemente un desnudo con un músico.

- ¿Por qué pinta de un modo tan difícil de comprender para la gente? -le preguntó.

-Pinto así - respondió- porque mi pintura es fruto de mi pensamiento. He trabajado durante años para obtener este resultado y si diese un paso atrás (mientras hablaba, retrocedió un paso) sería una ofensa, porque lo que hago es coherente con mi pensamiento. No puedo emplear recursos convencionales sólo para darme la satisfación de ser comprendido. No quiero descender a un nivel inferior. Usted es pintor. Comprende que es prácticamente imposible explicar por qué hace uno ésto o lo otro. Yo me expreso a través de la pintura, y no soy capaz de hacerlo mediante palabras. No puedo dar una explicación del porqué he hecho algo de una determinada manera. En mi caso, si realizo un boceto de una mesa pequeña (al insante agarró una para ilustrar sus palabras) percibo cada detalle. Observo su tamaño, su grosor, y lo traduzco a mi modo.

Indicó con una mano el otro extremo de la habitación, donde había un gran lienzo que representaba una silla (también había estado expuesto en el Salón Liberación), y continuó.

Ya ve como lo hago. Resulta divertido, porque la gente descubre en la pintura cosas que uno no pone en ella. Hace auténtico encaje de bolsillos. Pero no importa, porque es estimulante que las perciban y la esencia de lo que puedan haber visto está, de hecho, en el cuadro.


Fuente: ddooss.org





El Marinero



                                         

miércoles, 3 de abril de 2013

El estilo es un obstáculo para la expresión del artista.


Una vez alguien me preguntó: ¿Tú escribes poemas? Y yo le dije: No, cuando quiero expresar sentimientos a través de la escritura, lo hago en prosa.
Algunas de mis ideas no inician en oscuros bosquejos, ni en cálidos trazos de colores; estas se  escapan y terminan en letras sobre pequeños trozos de papel que después guardo entre mis libros. 
Son detalles, sentimientos, palabras libres de ataduras, no hay versos, no hay rimas; pero aguardan quietas en el  papel, y lo que un día es letra  se puede volver mariposa.

Lo mismo pasa con la pintura, no me gustan las ataduras, no tengo un estilo en particular, sólo tengo un tema que después represento de distintas maneras, y aunque para el “mercado artístico” es muy importante el estilo para así reconocer al artista, para mí es una camisa de fuerza que limita la creación. Cuando un artista se queda en un estilo determinado, deja de seguir experimentando y la obra se vuelve repetitiva, las mismas líneas, los mismos colores, etc.
Quien diría que en una linea de corcheas  pueda estar la  tristeza, o que entre hierros torcidos se  libere la felicidad; y que en  finos trazos de colores  se escondan libros de fantásticas historias. Hay cosas que nos parece tan sencillas, pero  hay todo un proceso para llegar ese resultado.


Toros de Picasso
           



Hace unos días leía una entrevista al artista Bernar Venet y estoy de acuerdo con muchas de sus apreciaciones; entre lo que dijo es que hoy ya no hay una capital del arte, hay una multiplicidad de centros y de periferias: “Ha estallado todo en fragmentos. Él vive el Mediodía de Francia, tiene el taller en Hungría, un ayudante en París, otro en Londres y otro en EE UU. "Es un mundo muy difícil. Es complejo ser artista y poder destacar. Porque hay artistas en todas partes y ya no están reunidos en una capital o en un centro concreto” es lo que manifestaba.
“Me da igual que esté en una cárcel o en cualquier otro sitio, porque mi trabajo surge de un concepto, de una lectura, por ejemplo, que me inspira una idea y la contraria. Esos opuestos son estimulantes. Mi trabajo nace completamente independiente del entorno. Lo que ocurre en política no me afecta”, explicó.

Pero ¿quién es Bernar Venet? Es un artista francés motivado por el concepto; ha esculpido y forjado esculturas, ha pintado y dibujado, ha compuesto poemas y piezas sonoras, ha diseñado muebles y filmado películas. “En los años cincuenta la cuestión era que cada artista tenía que encontrar su estilo. Una vez lo había hecho, los artistas se dedicaban a producir, producir, producir y a ganar dinero. Yo estaba totalmente en contra. El estilo es un obstáculo para la expresión del artista”, afirmó el creador minutos después de recibir  el  IVAM el Premio Julio González.
Escultor de renombre internacional, con obras en 70 museos, como el Moma, el Guggenheim de Nueva York o el Pompidou de París, Venet  ilustró su discurso echando mano de su trayectoria: “Siendo muy joven, publiqué un libro con las páginas en negro, al tiempo que hice una escultura con un montón de carbón, grabé el ruido de una carretilla durante una hora y escribí un poema que era negro, negro, negro. Todo tenía la misma temática, pero en distintas disciplinas. Es decir, no había ni estilo ni composición sino una idea, una matriz conceptual”.
Venet, de 72 años, consideró que “la radicalidad es la cualidad más importante en los artistas”. “Es indispensable. Puede haber alguien que pinte y será un pintor; alguien que haga escultura y será un escultor, pero no es suficiente, para que haya un artista debe cuestionar el propio arte”, agregó.




Escultura de Bernard Venet.