Este Mural fue realizado por el reconocido pintor nicaragüense Sergio Velázquez,
en la sala del maíz del Palacio Nacional de la Cultura (Managua, Nicaragua), es
un trocito de alusión que hace nuestro gran poeta Rubén Darío hacia la mujer
trabajadora en su poema Del Trópico.
La característica de la pintura mural es que tiene como soporte el muro, siendo de carácter monumental, este arte está
estrechamente relacionado con la arquitectura, la técnica tradicional con la
que se realizaba era el fresco: La
superficie a pintar se prepara con varias capas de revoco: primero un enlucido
basto, el arriccio, y luego una capa más delgada de arena fina y cal, que
recibe el nombre de intonaco. Sobre la pared todavía húmeda se aplica entonces
el pigmento disuelto en agua de cal. en el cual la pintura se coloca en el
repello de la pared todavía fresca, o al seco en el cual la pintura se coloca
sobre una pared ya seca. También se usó la encáustica, técnica que utilizaron
los romanos, en la que los colores se disuelven en una mezcla de cera de abejas
y resina y se aplican en caliente, quedando fijados en la pared al secarse.
Igualmente, es posible pintar al temple sobre muros y paredes. En este caso hay
que esperar a que el revoque esté seco.
La aplicación de
pinturas al óleo y posteriormente las sintéticas, son técnicas características
de los murales de ahora combinados con distintos tipos de materiales. Hoy en día se puede mencionar obras realizadas sobre tela, lienzo, soportes metálicos
y otro soporte rígido, que son fijadas en un muro.
En cuanto a la temática, se dice que debe de contar una
historia, esto ha sido lo tradicional, y en el caso de Nicaragua durante los
años ochenta fue cuando tuvo más auge el muralismo, para entonces se convirtió en una necesidad
de expresión. El movimiento social provocado por la revolución sandinista en
Nicaragua al igual que en las revoluciones de México y Chile, generó
necesidades de comunicación a través de la plástica, en pro de la conciencia e
identificación de la problemática histórica de la sociedad en el país.
Hoy en día los temas son más variados, no sólo como medio de
denuncia social, sino conmemorativos e incluso de carácter ornamental.
Les dejo el poema y la foto del mural, por cierto estoy con el pintor de la obra.
Del Trópico
Qué alegre y fresca la mañanita!Me agarra el aire por la nariz:
los perros ladran, un chico grita
y una muchacha gorda y bonita,
junto a una piedra, muele maíz.
Un mozo trae por un sendero
sus herramientas y su morral:
otro con caites y sin sombrero
busca una vaca con su ternero
para ordeñarla junto al corral.
Sonriendo a veces a la muchacha,
que de la piedra pasa al fogón,
un sabanero de buena facha,
casi en cuclillas afila el hacha
sobre una orilla del mollejón.
Por las colinas la luz se pierde
bajo el cielo claro y sin fin;
ahí el ganado las hojas muerde,
y hay en los tallos del pasto verde,
escarabajos de oro y carmín.
Sonando un cuerno corvo y sonoro,
pasa un vaquero, y a plena luz
vienen las vacas y un blanco toro,
con unas manchas color de oro
por la barriga y en el testuz.
Y la patrona, bate que bate,
me regocija con la ilusión
de una gran taza de chocolate,
que ha de pasarme por el gaznate
con la tostada y el requesón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario